24 de enero de 2006

Contra todo riesgo

Por Edith Martínez y Damián Juárez (alumnos del curso Valores en el Ejercicio Profesional)

Generalmente todos los meses llega a la casa la revista selecciones ya sea por error o por suscripción. En fin, sea lo que sea, la revista de diciembre tuvo un contenido especial por el artículo “Gente real, milagros reales” que da a conocer a esos héroes que están entre nosotros.Les queremos contar una de las historias que nos impresionó mucho sobre un hombre llamado Ednei de 34 años que emigró, como muchos, de su natal Brasil a los Estados Unidos, para desarrollarse profesionalmente en Action Motors, en el condado de Connecticut.

Por lo que la historia cuenta, un día comenzó a caer una torrencial lluvia, lo que ocasionó que las enormes vigas del edificio en que trabajaban se partieran en dos por lo que Ednei y los otros empleados corrieron a la calle para ponerse a salvo. Como el trabajo había terminado a causa de la lluvia telefoneó a su novia para que lo recogiese. En el trayecto a casa observaron como un joven saltaba a las agitadas aguas del río unos seis metros abajo. Ednei se detuvo dando un frenazo, llamó al número de emergencias para posteriormente saltar con el objeto de salvar al muchacho. Pero el joven, Andrew Higgenbottom de 19 años no quería que lo salvaran ya que unas horas antes había causado baja del ejército por problemas cardiacos lo que para él representaba truncar sus sueños y el deseo de no vivir más se apoderó de él.

Mientras Ednei luchaba por sacar al joven del agua, éste peleaba por soltarse, por lo que Ednei lo agarró de un brazo y le aplicó una llave. Al fin y al cabo pudo rescatarlo. Lo curioso ocurrió cuando minutos más tarde al llegar los rescatistas y policías que asombrados exclamaron: ¿Otra vez usted? Ednei cuatro meses antes había participado en un arriesgado rescate de una casa en llamas.

Este artículo nos sorprendió ya que muestra que no siempre gana la indiferencia ante los problemas de los demás. Nos ofrece también una lección acerca de que no es necesario saltar de un puente para salvar a alguien y ser un héroe, sino que lo puedes ser siempre y cuando te propongas ayudar.

Nos gustó mucho la historia de Ednie por el coraje, entrega y heroísmo que ha demostrado a lo largo de su vida. Además es una clara muestra de que hay personas que siempre están dispuestas incluso a arriesgar su vida por salvar a otras, preocuparse por ellas cuando piensan que nadie lo hace, es por eso que pienso que siempre hay ángeles entre nosotros, ¿tú qué opinas?.

Referencias

Wescott, C. (2005, Diciembre). Contra todo Riesgo. Selecciones, (781), 11-14.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece un muy buen ejemplo de lo que podemos hacer si solo estamos dispuestos a ayudar. Este hombre que participó en dos rescates demuestra su disposición de hacer algo por los demás, dar de sí mismo y olvidarse por un momento del egoísmo. En muchas ocasiones pasa eso en los accidentes, como no son familiares o conocidos, nadie se preocupa por los heridos. Al haber muchas personas involucradas en alguna actvidad a veces veo que todos piensan "fulano lo va a hacer" y a fin de cuentas nadie hizo nada. Sin embargo creo que si cada uno de nosotros diera un poco más, lograríamos muchas más metas.

Anónimo dijo...

Pues la verdad es muy interesante e impresionante, que para empezar no esta en su pais natal, asume este compromiso social con personas que ni siquiera conoce. Mucho ya habia ayudado al joven suicida con hablar al servicio de rescate, sin embargo arriesgo su vida por salvar la del joven. Pero lo que es admirable es que no era la primera vez que realizaba un acto de esta indole. Muchas veces creo que ayudo mucho en ayudar a las personas en pequeños trabajos pero con eso me doy cuenta que no es suficiente y que si en verdad quiero comprometerme con la sociedad tengo que dar mas de mi mismo.