¿Quién creo la pobreza? ¡El sistema!
La metáfora del Bonsai
Ayer en un evento organizado por Banamex con el objetivo de promover la educación financiera tuve la maravillosa oportunidad de escuchar al genio de las empresas sociales y del concepto de los micro créditos, Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz 2006.
Uno pudiera preguntarse ¿Por qué siendo economista recibió el premio Nobel de la Paz? Sencillamente por sus conceptos de apoyo, de ayuda al combate contra la pobreza y a una filosofía llena de vida donde la pobreza no cabe en su mente ni en su mundo.
Había leído algo de él, sabía de los microcréditos y de su impacto en su país de origen, Bangladesh (más de 7.5 millones de créditos hoy día), pero no de la facilidad que tiene de expresar y explicar sus conceptos, para ello valga un ejemplo: “La metáfora del Bonsai”.
Un Bonsai – árbol que por medio de una técnica japonesa de cultivo y cuidado de su crecimiento da como resultado un tamaño muy pequeño y reducido – ¿realmente por qué no crece? Pudiera decirse que es por la forma en que es cuidado como lo menciono; pero no, principalmente es porque está o se halla contenido en un recipiente hecho a su medida, un recipiente o contenedor pequeño. Por ello no crece. ¿Cuál es la conclusión? El medio ambiente o el sistema es lo que no permite hacer crecer a esa planta. Si pones la semilla en una plataforma pequeña…
Simple y sencillamente lo mismo sucede con la pobreza, el sistema no permite eliminarla. ¿Qué hacer? Cambiemos el sistema. Nadie tiene que ser pobre, la pobreza no es intrinseca a la persona, viene de fuera de ella, ¡Es nuestra creación!
¿Qué hizo Yunus?
- Soñar
- Creer en su sueño (¡Si lo crees, lo lograrás!)
- Cambiar sus modelos mentales (propios y de los demás)
- Fijarse un tiempo de ejecución
- Realizarlo
- Volver a soñar
Ayer saliendo hacia el estacionamiento y mentalmente visualizando todo lo que Yunus me había hecho pensar, sentir y soñar escuché a 3 jóvenes ejecutivos - seguramente banqueros o personas dedicadas a las finanzas -, que comentaban: “Esto no fue una clase de finazas sino de filosofía”, yo diría que de ambas. ¿Cómo no pensar en las finanzas cuando ha logrado mantener un banco que no presta con intereses ni a plazos determinados y sin colaterales? ¿Cómo no pensar en las finanzas si en el 2007 crea una empresa social fabricante de yoghurt que ni gana ni pierde pero que convenció a Danone de invertir en ella? Pero también, ¿cómo no pensar en filosofía, si nos dice que crear un mundo sin pobreza es el destino de todo ser humano?
Salí motivado y creyente de Yunus, de su filosofía, de sus finanzas y, por qué no, de un mundo mejor y de un mañana esperanzador. Su lección final en esta platica hace referencia a las becas de estudio que otorga a estos jóvenes pobres, en vías de ser autosuficientes e incluso tener y lograr niveles profesionales. Uno de ellos llegó un día después de terminar su carrera y le dijo: "Dr. Muhammad vengo a que me dé trabajo", él simplemente le contestó: "Todas la mañanas deberás repetirte a ti mismo: <<¡Nunca deberé pedirle trabajo a nadie, Yo debo crear empleos para otros!>>”
Gracias Dr. Yunus me dio una magnífica clase de finanzas filosóficas.