Por Adán y Luz (alumnos del curso Valores en el Ejercicio Profesional)
Hombre preso que mira a su hijo
Mario Benedetti
Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas
que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos
realmente botija no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula
olvidaban poner el acento en el hombre
la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles
uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos
por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos
vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio
y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre
botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides
por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre
pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar
que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos
y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa
y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de vergüenza
por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder
uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere
llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos
gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse
llorá
pero no olvides
Creemos que este poema es un reflejo más de lo difícil que resulta para las personas sobrevivir en un mundo tan adverso, que parece empeñarse en destruirlos y con ello todo aquello que con esfuerzo y trabajo construyen día a día. Podemos ver claramente que es un problema que no puede ocultarse, que aunque se trate de librar a algunos, la inmensidad y gravedad - que al final
acabara por incluirnos a todos- nos hace prevenir o tratar de disminuir el daño que al final será inevitable.
Además la sociedad actual ha perdido sensibilidad ante los acontecimientos mundiales, no empatizamos con los demás, no ayudamos a los demás, no nos importan los demás, provocando así una insensibilidad que destruye, que hiere, que mata, pero que lamentablemente nos subleva ante un sistema establecido que es uno de los culpables de las crueles realidades que identifican nuestro mundo.
Creemos que la verdad debe ser expuesta a todos, inclusive a nuestros niños para que ellos que tendrán el futuro en sus manos recuerden siempre los errores del pasado y aprendan algo de ellos, pero también busquen la manera de mejorar todo lo que puede herir a cualquiera.
Algo que habla muy fuertemente el poema es sobre la represión, actualmente en nuestro país, aunque no nos damos cuenta, existe mucha represión, los problemas de nuestro país se quieren ocultar, o más bien lo que ocasiona estos problemas, y las personas que se dan cuenta de esto también se convierten en problema para el sistema, por lo que existen matanzas, desapariciones, guerrillas, etc.
Creemos que para evitar este tipo de problemáticas, hay que hacer una reestructuración completa de la forma en que vemos, sentimos y actuamos, que parta de nosotros, pues somos los únicos que podemos lograrlo.